Aquella visita indeseada
“No seré demasiado cordial”. “Mis padres me obligan a quedarme en casa. Mientras mis amigos se divierten con las bicicletas por la montaña, yo a aguantar la visita de un amigo de mi padre”. “Menos mal que, al menos, pude ver Verano azul, esa serie tan chula recién estrenada”. “Se arrepentirían de obligarme a quedarme en casa”. “No pienso ni hacerle caso a la visita, me meteré en un rincón y no diré ni pio… a eso no podrán obligarme”. Durante la comida empezó a preparar su estrategia, dijo que le dolía la garganta al hablar… y no volvió a hablar. Ni después que su madre le hiciera abrir la boca y emitir un prolongado “aaaaaaah” y que ella dijera que era cuento. “¿Qué sabría ella por muy médico que fuera?” “Y todo por la visita, de un amigo de estudios de su padre, que trabajaba en el Mercado Común y que volvía a pasar las navidades y a presumir de coche”. “Que egoístas son mis padres, como ellos no habían salido de España y no podían presumir de cochazo extranjero, enseñarí