¡Hasta ellas se rebelan!




—Estoy harta, no puedo dar un paso sin él y encima no me dice nada.
—Es verdad, andamos siempre pegadas a ellos, yendo donde ellos quieren ir, haciendo lo que ellos quieren, aguantando sus impertinencias, presenciando todos sus actos, hasta los más desagradables y encima nos tratan como si no existiéramos Pasan el día sin mirarnos. Menosprecian nuestras cualidades. Ignoran nuestros deseos. Se desentienden de nosotras apagando la luz. Al menos en el sur se nos aprecia más por ser frescas.
—Y cuando se acuerdan de nosotras es para catalogarnos de buenas o malas según les vaya.
—Solo manifestamos nuestra verdadera grandeza al amanecer y al atardecer
¿Qué vamos a hacer? es lo que tiene ser la sombra de un humano.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El concierto

Un agradable recuerdo

EMPATÍA